Aceite vegetal de coco

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Aceite vegetal de coco

7,06 €

Producto Disponible - (Imp. No Incluidos)

MarcaLabiatae
Peso0,3 Kg



Precio sin IVA. Los impuestos se añadirán al poner su dirección, añadiendo el % que rige en el país de destino.

El aceite de coco tiene un alto contenido en ácidos grasos y vitaminas beneficiosos para mantener una piel sana, bonita y protegida.

Lo que el aceite de coco nos aporta:

Hidratación en profundidad para todo tipo de piel, seca, normal, delicada, mixta o grasa.

Ayuda a restaurar su barrera natural y retiene la humedad, mantiene el equilibrio del pH y regula la producción de grasa.

Acción antioxidante: protege nuestra piel de las agresiones externas, como las atmosféricas y previene la aparición de los signos de la edad. Es una solución perfecta para proteger las zonas que más se erosionan como contorno de ojos, comisuras y cuello.

¡Y mucho más! Resto de usos en la descripción

Formato disponible:100ml

Ambos envases SIN PLÁSTICO | ZERO WASTE | VEGANO



Regenerador celular: repara y alisa arruguitas, marcas, cicatrices y aporta elasticidad y suavidad a nuestra piel.

Calmante: en verano es perfecto para refrescar y aliviar la piel irritada y enrojecida tras la exposición solar. Excelente para aliviar y regenerar las quemaduras solares.

Fungicida y bactericida: mantiene la piel sana gracias a sus propiedades y elimina los microorganismos dañinos que pueden crecer en la piel. Combate los granitos y ayuda a eliminar la infección por hongos, pie de atleta...

Cuida tu cabello: hidrata, nutre y repara el cabello seco, dañado o estropeado. Ideal como mascarilla para dar brillo y cuerpo al pelo.

Infantil: el aceite de coco es muy recomendable para los niños/as ya que les ayuda a combatir la dermatitis asociada a la inmadurez de su sistema inmunológico.

En la cocina: tolera muy bien las altas temperaturas sin desnaturalizarse. Además, gracias a su contenido alto en triglicéridos de cadena media y corta, nuestro organismo lo usa para obtener energía.

El aceite de coco es sensible a las variaciones de temperatura y tiende a solidificarse con el frío. En ese caso, solo tienes que aplicar calor poniéndolo al “baño María”, acercándolo a una estufa o aplicando calor directamente con tus manos; en poco tiempo volverá a su estado líquido y podrás aplicarlo con facilidad.

Se aconseja no exponerse a la luz solar después de su aplicación.